No empezaba bien la mañana este sabado, al llegar a la zona de las paradas que nos habian asignado a mi compañero Enrique y a mi (ahora si puedo decir con propiedad eso de mi "compañero" a Emrique, ya que desde el dia uno de enero disfruto de la condicion de pre-jubilado, igual que el).

La furgoneta de mi compañero no consigio subir hasta donde el resto de vehiculos habian aparcado, ya que la humedad en la hierba asi lo impidio. Por la emisora avisamos que subiamos andando, pero el estimado Vinyes, nios indico que esperaramos a que nos pasara a recoger con su 4x4.

Yo me quede en la segunda parada en la zona que llaman "dels pollancres". El primer "empait" de los perros fue al poco rato de ponernos, y al momento y por la parte derecha del claro que me correspondia vigilar, paso a toda velocidad un corzo por toda la linde del bosque, con un trofeo precioso, aunque aun con la tipica borra de esta epoca. Como es preceptivo, ni siquiera le apunte, ya que no se les puede tirar a los machos de corzo en estas fechas. Comunique la circunstancia por la emisora, y los perreros me dieron instrucciones de parar a los perros en cuanto llegaran a mi posicion, cosa que hice lo mejor que pude.

Aqui podeis ver un montaje fotografico recreando la situacion relatada:
Unas dos horas despues, tras varios empaits nuevos, me aparecio una corza, esta vez por la izquierda del claro. Se quedo parada mirandome, pero en ese momento yo mantenia mi arma reposando en mis rodillas. Nada mas iniciar el gesto de levantarla para poder apuntar, pego un bote hacia atras y se escabuyo entre la espesura del bosque, no sin antes esquivar un tiro mio, ya de culo el animal, que no llego a su destino, como podeis ver en el montaje siguiente:

Cuando ya nos habian avisado de que podiamos plegar, espere a Enrique para bajar juntos hasta donde habiamos dejado su furgoneta. A mitad de camino sentimos los perros ladrar empaitando de nuevo, y un par de tiros. Al momento nos paso a 5 metros una corza saltando como un rayo el par de bancales de hierba que teniamos delante, huyendo de los perros y los disparos hacia arriba, hacia las paradas que acababamos de abandonar. Vimos bajar a uno de los perreros correiendo para intentar parar a los perros, y nos esperamos un rato para poder ayudarlo si era necesario, aunque no lo fue. Un dia entretenido, al menos.