CAN BLANC, 13-10-2012

Siempre es agradable ir de caza a Can Blanc, en la zona del Pedraforca. No he hecho nunca estadisticas de si se caza mas o menos que en otros sitios a los que suelo ir, pero si que puedo certificar que las vistas que te ofrece esta zona, son verdaderamente incomparables. Ayer a media mañana, la niebla comenzo a invadir toda la zona que estabamos cazando.

La jornada empezo muy temprano, partiendo de La Cabana (Berga) a eso de las 7,30 horas hacia Can Blanc. Hoy cazaban esa zona los compañeros de Berga, y algunos otros de La Nou y Valls de Torruella. Aqui podeis ver una fotografia en la cual se puede ver al fondo El Pedraforca:

Desde La Cabana, fui hasta la zona de caza acompañado por mi ex-compañero de trabajo (ahora pre-jubilado) y sin embargo buen amigo, Enrique. Nos toco la zona de La Bauma y a el la primera parada. El amigo Chacon me acompaño hasta la tercera, y luego se fueron colocando el resto de compañeros de esa linea, hasta un total de 7 cazadores, de la casi treintena que eramos en total.

Al poco de soltar los perros, me asome al precipicio y observe que en frente, a unos 400 metros, tenia varios compañeros apostados al otro lado del profundo barranco, esperando el desarrollo de la batida. Al poco, se oyen los perros en el fondo y veo que por debajo de uno de ellos pasa corriendo como una exhalacion algo que, en principio, me parece un perro. Lo observo con mas atencion y veo que no es un perro, si no seguramente un corzo que ya los perros han levantado a esa temprana hora de la mañana.

Me dirijo a mi puesto a coger los prismaticos para poder ver bien de que animal se trata, pero cuando vuelvo, ya ha desaparecido sin dejar rastro.

Un ahora mas tarde aproximadamente, se empiezan a oir tiros a ese otro lado del barranco, y vuelvo a alejarme de mi parada hasta el borde del precipicio, por si puedo observar alguna cosa. Cuando llego aun veo como uno de esos compañeros apostados al otro lado, pega dos balazos apuntando en direccion al fondo de su parada, pero no llego a distinguir a que se los tira.

Mientras aun estoy en ese punto, vuelvo a sentir dos disparos, esta vez muy cerca de mi puesto. Ha sido Enrique, como mas tarde pude comprobar, que ha visto pasar a unos cuarenta metros por encima de mi parada a dos cochinos de buen tamaño que por alli se han escapado. Les ha tirado, aprovechando que esa zona es una franja de unos 100 metros cuadrados de piedra sin vegetacion en medio del bosque, pero debido a la distancia, mas de trecientos metros, los tiros han sido errados por mi compañero.

Al final, dos pequeños cochinetes son el fruto de la caceria de hoy en este precioso paraje natural.

A eso de la una del mediodia, se acabo lo que se daba. Poca caza la obtenida a pesar de que era el primer dia de la temporada que se batia esa zona, pero como siempre decimos los pacientes cazadores: "otro dia sera, y mas grandes seran los que hoy han escapado....".